lunes, 4 de junio de 2012

De Córdoba a Granada

Corría el año de 1935, cuando el  4 de junio, H. María Stella Iglesias abrazó a sus Hermanas de la Comunidad de Córdoba y salió destinada para Granada, vía Sevilla. Había pasado en Córdoba casi ocho años. Allí sufrió, recién llegadas unas fiebres que hicieron temer por su vida y le admisitraron el 8 de septiembre de 1927 el Viático y la Extremaunción porque el médico la vio grave, y dijo que se le preparara. Un practicamente le puso una inyección intravenosa y la gracia hizo el resto.
Cuando llegó el destino... no debió ser fácil... porque Córdoba había sido "su primera casa" porque en aquella comunidad H. Stella vivió intensamente momentos de gozo y de dolor... porque la separación de las personas queridas lleva siempre una puntita de dolor incluso para los santos.
El día 4 viajó hasta Sevilla donde pasó la noche y al día siguiente salió para Granada con M. María del Recuerdo Pérez y Bona Malumbres. 
El día 5 de junio de 1935 fue muy ajetreado en la comunidad de Granada. De buena mañana despidieron a M. María Iluminada Durán y H. Recuerdo de María Mudarra, que se iban destinadas a Córdoba. Pasado el medio día llegaron, desde Almería, M. María Esperanza Sálegui y desde Málaga M. María de la Divina Pastora Gómez Monzón. Entre despedidas y recibimientos para atención se centraba en la enfermería, porque M. María de las Mercedes de la Cruz Gómez de Membrillera, a sus 34 años de edad se agravaba por momentos y falleció a las 5 menos cuarto de la tarde.
Era ya de noche cuando llegaron a Granada H. María Stella y M. María del Recuerdo. La oscuridad y el ambiente de la comunidad le brindaron una ocasión ideal para desahogar la murria que podían llevar. 
Granada se iba a convertir en el punto de referencia para H. Stella.

Setenta y dos años más tarde, el 4 de junio de 2007, sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de la casa de Granada y sus hermanas presentaron al Sr. Arzobispo de Granada la instancia solicitando la apertura del Proceso para su Beatificación y Canonización.