Desde los caseríos de Barradiello y Monte de la Riera bajaron hasta la iglesia parroquial de Santa María de Bierces, Nicolás Iglesias y Genara Fidalgo, para contraer matrimonio. Sabemos de cierto que bendijo el enlace, el licenciado Francisco Sánchez Suárez, cura propio de aquella parroquia y que actuaron como testigos D. Manuel Covián Toyos y D. Manuel Llames Roza... La familia del novio no era muy numerosa y podemos imaginar que le habrán acompañado su madre de acogida, Antonia Llames y su hermana María Ramona. La familia de la novia se tomó a mal que Genara aceptara la propuesta conyugal de un "hospiciano" y tal vez prefirieron no acompañarla para no andar luego en "lenguas". Poco podían sospechar D. Francisco Fidalgo y doña Justa del Valle es que aquel matrimonio les iba a poner en "lenguas" no sólo de los caseríos circundantes, sino de latitudes con las que ellos ni soñaban... De aquel enlace nació la sierva de Dios, María Stella Iglesias Fidalgo. A cien años de distancia, podemos comprender los temores de los abuelos y hasta podemos agradecerles el haber acogido y cuidado la vida... No son indiferentes en una familia los apellidos porque son sello de identidad, pero son mucho más importantes los valores que se cultivan en el seno del hogar... Genara recibió la vida y la fe cristiana de aquellos padres que soñaron para ella "algo más" que Nicolás Iglesias... Genara cultivó con mimo, junto a Nicolás, los valores humanos y cristianos y los transmitió a sus hijos con la misma ternura y firmeza que ella los había recibido de sus padres. Hoy agradecemos al cielo, el hogar de los "Iglesias Fidalgo" y pedimos a la sierva de Dios, María Stella, que interceda por las familias...